martes, 25 de enero de 2011

Sigue muy salvaje



Bill Russell no tendría que compartir la alegría de un
Laker, pero en verdad el Oeste tiene muchas razones
para sonreír

En la presente campaña la Conferencia Oeste está cediendo algunas de sus Súperestrellas al Este, pero a pesar de todo se mantienen como la mejor y más reñida de la NBA

Por: Jesús Serrano


El Oeste está perdiendo poco a poco a sus estrellas, pero su fiereza no disminuye. Hace un año, la Conferencia Oeste tuvo a ocho equipos con 50 o más victorias como invitados a playoffs, ocho franquicias que se separaron del resto de su Conferencia, similar a la campaña 2007-2008, cuando un equipo con 48 triunfos como los Warriors de Golden State, que de pertenecer al Este hubieran calificado en cuarta posición, en el Wild West se quedaron en noveno sitio, sin playoffs.

El problema de la NBA es cómo balancear los poderes, ya que mientras el Oeste tenía a nueve conjuntos cerca de las 50 victorias, equipos que alcanzaban postemporada en el levante lo hacían con récord perdedor o con .500 de porcentaje en victorias.

El consuelo del básquetbol del oriente estadunidense ha sido durante dos temporadas consecutivas, que tres de los candidatos fuertes al título provienen de allí, mientras que en el Occidente NBA los Lakers de Los Ángeles (campeones los dos últimos ciclos), han sido un equipo prácticamente sin rival.

Los Spurs sonríen siempre ante la ruina de los
pobres equipos del Este

El año pasado, los Lakers terminaron como primero de la Conferencia, con marca de 57-25, pero el segundo lugar fueron los Mavericks, a dos juegos de distancia, y hubo sólo siete entre primero y octavo de la siembra; sin embargo, a pesar de la escasa diferencia, durante sus tres Finales consecutivas, que incluyen un bicampeonato, Lakers no ha tenido un verdadero rival.

Esta temporada la sorpresa es el resurgimiento de los Spurs de San Antonio, actualmente el mejor registro de la liga, 38-7, que le ha dado a Lakers un duro rival por primera vez desde hace tres temporadas.

Este año, a pesar de que han desaparecido potencias como Phoenix, Denver y Portland, los ocho equipos que pelean un lugar en la siembra ostentan récords ganadores, y van en ritmo a otra campaña en donde son necesarios 50 triunfos para ingresar a playoffs.

Esta campaña Amar'e Stoudemire y Carlos Boozer cambiaron el Poniente por el Naciente, y Chris Paul estuvo a punto de abandonar la nave de Nueva Orléans para emigrar también. Y de haberse concretado el multicanje que llevaría a Carmelo Anthony y a Chauncey Billups a los Nets de Nueva Jersey, otros dos equipos hubieran quedado sin guía, sólo para nutrir un contendiente del otro lado del país.

Parece inminente que Anthony pase al Este inevitablemente, con los Knicks de Nueva York y los Bulls de Chicago como posibles y factibles destinos. Lo curioso es que a pesar de ese éxodo de talento, el Oeste sigue siendo una mejor Conferencia.

El dato más curioso es que en la batalla entre Conferencias, al momento el Oeste lidera 149-108, y sus cuatro mejores equipos se combinan para marca de 56-16 contra rivales del Este, mientras que los cuatro mejores registros de ésta suman 41-34. No es todo, mientras que nueve equipos del Este están en marca perdedora, los cinco equipos que siguen a los ocho equipos de playoffs en el Oeste pueden pelear aún la postemporada y un récord ganador al terminar el año. De este modo, a pesar de que cada vez más talento nutre las filas de los equipos del Este, el Wild West sigue siendo el lugar más indómito de la NBA.



Alguien debería decirle a Carmelo que el Oeste
es una mejor Conferencia

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